Parece evidente que el desarrollo científico-tecnológico ha contribuido de forma decisiva a la transformación de los modos de la vida económica, del ejercicio del poder y de la experiencia personal, y de ahí la necesidad de investigar las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad. En su libro Science, Truth and Democracy, publicado en 2001, el filósofo norteamericano Philip Kitcher se pregunta cómo podemos proteger a la ciencia de la sociedad y a la sociedad de la ciencia. A pesar de que no es infrecuente que las relaciones entre ciencia y sociedad sigan planteándose como un asunto de protección o delimitación de fronteras, lo que precisamos no son barreras, sino vías de comunicación y espacios de intercambio.

Con este afán de buscar espacios de encuentro entre ciencia, tecnología y sociedad se creó en 2007 la Unidad de Investigación en Cultura Científica (UICC) del CIEMAT. Su nacimiento estuvo vinculado a la declaración de 2007 como Año de la Ciencia en España y es la única unidad de este tipo en nuestro país. La UICC parte del supuesto de que la investigación en cultura científica no debe centrarse únicamente en los mecanismos de transmisión de conocimientos científicos, sino que debe contribuir a producir una aculturación científica que implica la construcción de valores y creencias en torno a la ciencia.